La Resiliencia, o capacidad de reaccionar de forma efectiva y positiva, en entornos difíciles, complejos y cambiantes…se convierte en el siglo XXI en una de las ventajas competitivas más importantes para cualquier organización. Es la mejor arma contra el estrés.

En el siglo pasado, en años anteriores, la empresa ha estado más centrada en el “conocer” y el “hacer”. En una carrera imparable hacia unas metas muy marcadas por el “Know-how” y por llegar antes que la competencia.

Pero cada vez despertamos, de mejor manera, a la convicción del “ser” y el “estar”. Es preciso estar conscientes de la realidad. Esta realidad de nuestros días, constantemente cambiante, marcadamente ambigua, y donde las decisiones se toman, desde entornos más complejos que nunca…mirar hacia nuestro interior, es una postura inteligente, si al conectarnos con nuestra realidad, conseguimos “expandir” este conocimiento al exterior, ser objetivos con nosotros mismos,  y con los demás. Reconociendo lo  que vemos.

Mindfulness ayuda a “estar”.  A ser conscientes. A tener un mayor nivel de calma y equilibrio emocional, tan importante para saber reaccionar al estrés, habiéndolo previamente reconocido y aceptado.

El “ser” en un entorno cambiante y de incertidumbre constante,  exige honestidad.  Para reconocer los cambios, para reconocer los limites personales, para estar conexionado con otros,  y asumir la realidad tal y como es.

¿No es más fácil reconocer lo que se ve, que disfrazar la realidad?… Al menos es más útil a la larga.

¿No es más fácil acomodarnos a la realidad, para dar respuestas efectivas, que negarla? …Es más práctico y coherente.

¿No es más fácil decir lo que se piensa, de lo que se ve, que ser políticamente correcto? … A veces, sí. Rotundamente.

¿Para qué seguir caminos empedrados, más largos, más sinuosos, si podemos buscar caminos más rectos que nos llevan antes al punto al que debemos llegar? Esto se consigue aceptando la realidad tal cual. Siendo  conscientes de la realidad. No cediendo a veces, al “autoengaño colectivo” y encontrando la autopista hacia la meta. Tarea no siempre fácil.

En Mindfulness se llama “el camino de la vaca” a seguir siempre el mismo camino, aunque sea largo  e infructuoso. La vaca siempre hace el  camino que conoce. El que aprendió desde que era una ternera.  Aunque este camino sea el más difícil, pedregoso, largo… no importa si es más largo o difícil, es el que ha aprendido y hará hasta el fin de sus días.

Al estar más seguros con nosotros mismos, no tendremos miedo de probar nuevos caminos. Ya no haremos, sin haber explorado antes, el ”camino de la vaca”, buscaremos otras alternativas. Tal vez, la carretera se encuentra perfectamente alineada enfrente de nosotros veces solo basta con cambiar de perspectiva.

La Inseguridad que sentimos, ante este despliegue de acontecimientos cambiantes, de entornos inciertos, debe verse compensada por la seguridad que crece en nuestro interior. Basta con mirarse de una forma objetiva, de aceptación y consciencia plena.

Seamos capaces de tener “presencia de ánimo”, mirando hacia nosotros mismos y después hacia los demás. Seamos capaces de desarrollar principios de colaboración dentro de la organización, y hacerlo, desde una perspectiva ética, y de honestidad para hacernos fuertes a los cambios.

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