Los datos estadísticos que salen a la luz, como resultado de diferentes investigaciones relacionadas con el estrés en el trabajo, son alarmantes. A su vez, han sido el detonante de un movimiento empresarial, en la búsqueda de diferentes formas para reducirlo.
El objetivo es crear climas de trabajo y personas dentro del mismo, que sean capaces de controlar, entender y gestionar el estres. Esto lo han sabido ya entender muchas empresas americanas y europeas.
Es por ello, que, por ejemplo, una cuarta parte de las empresas estadounidenses, ya hayan aplicado nuevos modos de afrontar el estrés, y de ayudar a sus empleados a manejarlo. Y de que, en Europa, se implanten programas de reducción del estrés, para el desarrollo del bienestar mental y personal, en los empleados y directivos de innumerables empresas, habiéndose conseguido resultados muy satisfactorios.
Según el Instituto Nacional de Estadística, INE, en 2015, el 59% de los trabajadores sufrió algún tipo de estrés, que repercutió directamente en su trabajo.
Si a esto añadimos el dato aportado por la Organización Internacional del Trabajo, de que el estrés laboral podría suponer pérdidas de entre el 0,5% y el 3,5% del PIB en los países desarrollados, y de que la enfermedad producida por el estrés, supone la segunda causa de baja laboral, según la OMS, no es de extrañar que las principales compañías se preocupen en este sentido. Tanto para reducir, como para afrontar el estrés.
Gracias a Jon Kabat-Zinn y su equipo de la Universidad de Massachusetts, que aplicaron técnicas meditativas orientales en pacientes, estudiando paralelamente de forma científica su impacto cerebral, y sus resultados positivos a todos los niveles (físico, mental, social y emocional), se vio que había una nueva alternativa para mejorar nuestro bienestar y competencia. Esta alternativa, se llama Mindfulness.
Mindfulness se ha ido extendiendo a todos los ámbitos, hospitalario, educativo, y empresarial.
Actualmente es una práctica muy efectiva en el trabajo, que está alejada de la religión, el esoterismo y la excentricidad.
Se trata simplemente de calmar la mente para tomar perspectiva sobre la realidad y vivirla conscientemente.
RESULTADOS
Los resultados obtenidos de mejora de las personas y los equipos, hablan por sí mismos. De ahí se deriva el interés de cada vez más empresas, de enfocar sus esfuerzos en este sentido, e innovar para el desarrollo y la formación de nuevas competencias de sus empleados, con este tipo de programas de reducción del estrés.
En tan solo 20 años, la práctica y el conocimiento de Mindfulness se ha multiplicado, aplicado y extendido de forma exponencial, en todos los ambitos de la empresa.
No es suficiente con atraer el talento. Hay que retenerlo, cuidarlo y aumentarlo. Con estos programas se aumenta la productividad y se consiguen mejores líderes.
El principal motivo dentro de los negocios para la meditación, es que, si se está plenamente presente en el trabajo, se podrá ser más eficaz, se tomará mejores decisiones y se trabajará mejor con otras personas.
En empresas como General Mills, se creó el programa “Mindful Leadership”, y en Google, otro parecido llamado “Search Inside Yourself”, basados en la meditación y el conocimiento personal como forma de hacer mejores líderes, y empleados más conscientes y serenos.
Es decir, personas más capacitadas para manejar los cambios y la incertidumbre dentro de la empresa.
Aunque la combinación de lo que siempre hemos considerado “misticismo” y capitalismo puede parecer incongruente, esta interacción ha sido ya muy efectiva en muchas de las compañías más conocidas en los Estados Unidos y Europa. Al final, vemos que es mas coherente que incongruente.
La mezcla de conocimientos antiguos y la teoría moderna de gestión, ya está siendo aplicada, desde hace años en Target, Google y First Direct, General Mills, Aetna… por hablar de algunas de las grandes. Aunque en muchísimas mas, igual o menos conocidas.
El ejercicio y la práctica de la atención y la consciencia, es una habilidad que se puede desarrollar, y nos ayuda a enfrentar mejor el mundo en el que nos vemos inmersos, donde la conectividad global y la rápida transformación de la realidad laboral y social, nos obliga a encontrar nuevas y eficaces alterativas.
Afortunadamente Mindfulness ya se no se contempla como la práctica de un movimiento hippie o budista, sino como un aprovechamiento de conocimientos milenarios traídos a nuestra vida occidental y provistos de soporte experimental y científico.
Estamos ya en la cultura de Mindfuless de “traje y corbata”. También de la apertura mental, y la aplicación colectiva de nuevos métodos que nos hagan más plenos y felices. En definitiva, que nos ayuden a gestionar mejor nuestro dia a dia.