Vivir plenamente implica ser consciente de la vida.

En un mundo tan complejo, global, tecnológico, y excitante, podemos desarrollar nuestras capacidades mentales, mediante un entrenamiento de nuestra mente.

Así como lo haríamos si tratáramos de poner en forma nuestro cuerpo, Un día no basta. Es necesario llevar la práctica a la rutina, y hacer de esto un habito.

Merece la pena si consideramos que es la mente la que nos permite interpretar y responder ante la vida.

Mantenemos durante casi todo el día una semi-consciencia. Esto es, una atención parcial.

Esto quiere decir, que no prestamos la atención debida a lo que tenemos que hacer en ese momento, pues nuestra tendencia, es divagar. Alejarnos de lo que nos ocupa, llevados por un dialogo interno permanente.

Nos dejamos arrastrar por pensamientos que nada tienen que ver con lo que estamos haciendo. O nos interrumpen constantemente cientos de estímulos externos, que desvían nuestra atención. Por tanto, al distraernos, hacemos las cosas de forma incompleta.

El problema, es que no estamos plenamente presentes en el momento que vivimos, esto nos desconecta de los demás, y de la realidad que tenemos que gestionar.

Solemos responder de forma reactiva, sin que antes haya pasado por nuestra plena consciencia.

Aprender a concentrarse se puede convertir en un arte en cuanto:

  • Nos permite dejar un espacio libre para la creatividad
  • No facilita escuchar atentamente a otros
  • Nos ayuda a detectar oportunidades, que estando en estado semiconsciente, no podríamos hacer.
  • Nos da claridad mental para tomar decisiones complejas.
  • Nos conecta con lo que verdaderamente somos, y hace que  reconozcamos todo lo bueno que tenemos dentro.

Como hacerlo:

  • Dedica solo diez minutos al día en tu lugar de trabajo, o fuera de el, para practicar tu atención.
  • Elige un objeto en que poder concentrarte, aunque lo más fácil es que sea en tu propia respiración.
  • Date cuenta de que tu atención se desvía una y otra vez del objeto o respiración. Darse cuenta de que tu mente se va, también es atención.
  • Vuelve otra vez a tu concentración en lo que hayas elegido.
  • Trata de detectar las señales que tu cuerpo te está proporcionando, y siente en tu cuerpo las sensaciones más básicas que estés percibiendo.

Solo diez minutos al día, mantenidos en el tiempo, conseguirá:

  • Que tu mente este mas despejada.
  • Que ahorres gran parte de tus energías psíquicas
  • Que Te sientas más pleno al experimentar lo cotidiano
  • Que las personas que tienes cerca, se sientan más cercanas a ti
  • Que aumentes tu credibilidad
  • Que puedas enfocar mejor los problemas
  • Que te sientas más descansado al final del día
  • Que sientas que has hecho bien tu trabajo
  • Que estés mejor informado sobre lo que te afecta.

Podriamos hablar mucho más, de la ventaja de ejercitar tu mente con Mindfulness. Los beneficios son incuestionables y demostrados.

Este resumen, te dará una idea de lo que puedes conseguir, con una práctica tan sencilla como es desarrollar la Atención.  Solo aprendiendo a enfocar la mente.

 

“Cuando sueñes, sueña. Cuando trabajes, trabaja. Cuando descanses, descansa. Cuando sufras, sufre. Cuando disfrutes, disfruta. Cuando pierdas, pierde. Cuando ganes, gana. ”.

 

Desarrolla tu innata capacidad de vivir plenamente.

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